Meditación y Tantra

La práctica de la meditación


La práctica de la meditación beneficia globalmente todas las estructuras y niveles de la persona. Sus efectos positivos se reflejan en los aspectos físico, emocional, mental y espiritual.
Sería muy largo enumerar todos sus efectos, sólo mencionar algunos como la reducción del consumo de oxigeno y la producción de dióxido de carbono; la disminución de la presión sanguínea; la disminución de la concentración de lactato (sustancia asociada a los estados de ansiedad y tensión) en la sangre; el equilibrio de la actividad del sistema nervioso proporcionando una profunda relajación física, emocional y mental; mejora la salud y estimula los procesos autocurativos; genera más vitualidad; incrementa la resistencia al estres; mejora la calidad del sueño reduciendo el tiempo necesario del mismo; despierta la creatividad; genera cualidades y emociones positivas; integra las distintas facetas de la personalidad y desarrolla el conocimiento de uno mismo, la consciencia espiritual y lleva a la experiencia del Ser, el samadhi.

Para obtener buenos resultados en la meditación es muy importante el desarrollo de sakshi, la conciencia testigo. Es una actitud imparcial, como un testigo que contempla nuestras emociones, pensamientos, sensaciones. Un proceso de desidentificación y desapego respecto a nuestras propias vivencias. La conciencia testigo consiste en permanecer consciente de la independencia que existe entre el Ser, o Yo profundo, y lo que sucede en nuestra periferia. Es recobrar un espacio de consciencia que no es afectado ni contaminado por acontecimientos externos o internos.

En la práctica, sakshi, es el despliegue de una actitud de alerta y total presencia, una atenta observación sobre todo cuanto sucede o se realiza, pero sin involucrarse interiormente. Consiste en aceptar todo tipo de pensamientos, emociones y sensaciones, conscientes de que todo eso son cosas transitorias que nos suceden, mientras que nosotros somos el aspecto permanente que observa y toma consciencia del fluir de ese proceso.

Todo aspirante a progresar en la meditación tiene que desarrollar la actitud de sakshi, tanto en la meditación como en la vivencia de lo cotidiano, ya que es esta actitud la que nos proporcionará una comprensión clara y objetiva del mundo que nos rodea y de nuestros procesos internos. Es entonces cuando a través de la conciencia testigo podemos movernos hacia adentro y experimentar el Ser que observa y conoce más allá de la mente.

Chidakasha significa "espacio de la consciencia" y es donde se manifiesta la actividad de la psiquis en sus tres niveles: consciente, subconsciente e inconsciente. Aunque no es un espacio físico, en la práctica se localiza detrás o delante de la frente, en forma de pantalla oscura que permite percibir la actividad de la psiquis o universo interno.

Para tomar conciencia de de chidakasha basta con mirar al espacio oscuro que se percibe delante de los ojos cuando están cerrados. Siendo constantes en la observación atenta y relajada de esta oscuridad comenzaran a aparecer todo tipo de visones y efectos como: vibraciones sutiles de la substancia mental, fenómenos luminosos, imágenes, símbolos, dibujos, figuras geométricas, distintos grados de oscuridad, nada, pensamientos, recuerdos del pasado, etc. que no son más que manifestaciones de la mente subconsciente y que observandolas con adecuada actitud de desidentificación permite tomar consciencia de sus contenidos psíquicos y de las tensiones y conflictos escondidos en la mente.

Su observación imparcial permite contactar con la raíz de los conflictos y genera una comprensión total de sus causas que los neutraliza y disuelve definitivamente.

Durante la práctica de la meditación se producen importantes modificaciones en algunas funciones fisiológicas y en la actividad cerebral. Los impulsos nerviosos se transmiten de una neurona a otras cuando la carga eléctrica de la neurona emisora alcanza un determinado nivel. Cuando esto sucede se pruduce una descarga que da origen a las ondas crerbrales. Los cientificos han clasificado las ondas cerebrales en cuatro bandas que de mayor a menor frecuencia son Beta, Alfa, Theta y Delta.

El análisis intelectual y la percepción a través de los cinco sentidos se realiza en el nivel de actividad Beta. La cultura occidental ha favorecido de forma exclusiva el desarrollo de este nivel en detrimento de los demás.

La ondas Alfa están relacionadas con la relajación profunda y algunos estados de meditación. Durante la emisión de ondas Alfa la mente racional y los sentidos disminuyen su actividad, mientras que parte del potencial latente en el cerebro puede entrar en acción. Se puede acceder voluntariamente a este nivel a través de la relajación consciente y de la meditación.

Las ondas Theta se manifiestan durante el sueño (con ensueño), y aparecen también en los estados de mditación profunda, intensa creatividad, en los fenómenos de percepción extrasensorial y bajo lo efectos de la anestesia.

La ondas Delta se manifiestan durante el sueño profundo. Si se consigue entrar y permanecer consicente en le nivel Delta, se alcanza el estado de turiya (superconciencia), que es el último peldaño de la meditación, donde desaparecen las barreras entre consciente, subconsciente e inconsciente. La mente opera de forma totalmente integrada.

El meditador bien entrenado puede acceder a voluntad los estados Alfa y Theta, lo que les permite manejar su mente subconsciente e influir sobre las funciones fisiológicas involuntarias que rige este área de la mente. Valiendose de la concentración y la meditación, bucea conscientemente en los niveles Alfa y Theta, descubiriendo así las inmensas posibilidades del potencial que yacen en su interior.


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